miércoles, 3 de septiembre de 2008

El Arco (El Hierro)

Esta es una de esas inmersiones que recordaré siempre de una forma especial... El Arco, es un punto de buceo fuera de la reserva del Mar de las Calmas, saliendo del puerto de La Restinga hacia la izquierda, compartiendo la misma boya que El Veril. No suele ser una de las inmersiones habituales, pero siguiendo la recomendación de Rodrigo pedimos expresamente realizarla...
Día 16 de Agosto, 10.19h de la mañana, última inmersión de las vacaciones, Iñaki nuestro guía, tres chicos canarios y los 4 incansables (Albert, Marta Teixi, Víctor y yo).


La boya del Veril estaba ocupada, el oleaje en superficie era bastante fuerte, así que para evitar marearnos mientras esperábamos que liberaran la boya, Iñaki soltó el ancla y nos encontramos todos abajo. Después de asegurar bien el barco en el fondo nos dirigimos hacia el tan nombrado “Arco”. En primer lugar pasamos sobre un fondo rocoso a unos 20m metros de profundidad, con pequeñas cavidades encontrando como es habitual en aquella zona gran cantidad de vida. Tal y como nos había indicado el guia durante el briefing, encontramos un poco de corriente, lo importante era llegar con suficiente aire para poder atravesar el arco que estaba por debajo de los 40, al dejar la zona de rocas atravesamos una llanura de arena dónde la corriente aumentaba, así que aceleramos el ritmo para llegar lo antes posible, y nadando un buen tramo a contracorriente nos detuvimos al final del arenal el cual terminaba en unas paredes rectas en caída en una especie de formación rocosa en semicírculo a 19 m en su parte más alta dónde nos encontrábamos, y desde dónde podíamos divisar el arco unos cuantos metros más abajo...

Iñaki, preguntó los consumos y decidió que todos podíamos descender así que poco a poco nos fuimos dejando caer disfrutando de la sensación de ingravidez hasta llegar al centro del semicírculo que formaban las paredes, y avanzamos en línea recta para poder atravesar por debajo el arco de rocas... entonces de apoderó de mi un “buen rollo” impresionante por efecto de la narcosis, era la primera vez que tenía esa sensación ya que normalmente esta condición suele darme vibraciones negativas, así que lo disfruté de una forma maravillosa... Al pasar bajo el arco miré su techo, sus paredes estaban llenas de coral negro, detrás de mí seguían Víctor y Marta, y por último Albert, me giré un par de veces para comprobar que todos estaban bien y disfrutando del momento, poco a poco empezamos a ascender y yo seguía con mi mágico “vuelo” en las profundidades como si fuera la primera vez que buceaba, admirando todo, gozando de las sensaciones al máximo, fue increíble... y en ese momento Iñaki empezó a hacer sonar su sonajero señalando una gran pastinaca que batiendo sus alas volaba hacía dónde nos dirigíamos, era preciosa, estuvimos un rato contemplándola, era lo único que me faltaba para hacer más especial todavía “mi momento”. El camino de vuelta hasta la embarcación estuvo lleno de descubrimientos de la fauna y flora habitual, fue una inmersión para el recuerdo!

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